miércoles, 13 de octubre de 2010

Coordenadas Poéticas

Premio Nacional de Poesía "Eduardo Sifontes" 2.009
Universidad Bolivariana de Venezuela UBV


Jorge Muñoz Fernández
(Mateo Malahora)


Prólogo

En esa expresión por el lenguaje humano, reducido a su ritmo esencial, en busca del sentido misterioso que alberga la existencia en que consiste la poesía, la idea y la razón misma son embestidas por la emoción y en ese choque brota lo inefable que solo se siente al proporcionársele un espacio infinito como es el conjunto de las intangibles facultades humanas y un “gradiente” que ponga en movimiento su dinamismo simbólico.

En la escritura de Mateo Malahora el amor se confunde con los elementos de la naturaleza y así produce un sentimiento más allá de lo simplemente humano; el tiempo armoniza con la palabra para pasar a la esfera de lo trascendental y la sociedad se interpone en la mirada de la justicia para llegar al reclamo de lo ético.

Se llega así a la lírica que, como afirmaba Goethe, está compuesta de absoluto, de continuo; de idea y de sensación, a las que no se accede por la sola razón discursiva y es necesario entonces proceder por medio de una expresión sugestiva al mismo tiempo condensada y sintética portadora a la vez de idea, imagen, color, sonido y sugerencias gustativas, olfativas y táctiles.

Mateo Malahora atrapa de esa forma al lector y al oyente con lo que está más cerca y lo inyecta en la fibra humana en que reside la emoción, por ejemplo:

“Cuando lo tuyo y mío cambien de sitio
y alcancen la frontera de lo nuestro
sobrará el pan y no faltará el vino.

Paz,
para que la flor encienda
y propague su manifiesto vegetal
en las manos de la primavera.
………..
Paz,
para que el hombre
recoja sin miedo las banderas
blancas que nacen en el trigo
y alma le infundan al pan de cada día

Paz,
para que la parábola del cuchillo
jamás retome con su empuñadura de odio
a degollar las esperanzas de los pobres”.


Se siente en el poemario el amor, se siente la naturaleza, se sienten la denuncia, la lucha, la política, la sociedad, la historia, la esperanza. La música, el ritmo y la sugerencia se encargan de execrar la guerra, la explotación del hombre por el hombre, el odio y el crimen. La palabra y el amor se unen para pedir la paz, la concordia y la justicia.

Mateo Malahora es un luchador por la dignidad humana con las armas de la palabra, musical, elocuente y persuasiva. Su itinerario por el mundo le ha enseñado que todo puede ser mejor y que el ser humano tiene en su haber el remedio de la injusticia. Más que leer sus poemas hagámoslos nuestros en un acto de amor a la humanidad.

Guido Enríquez Ruiz P.h. D.

Para mi muy apreciado amigo Jorge Muñoz Fernández, jurisconsulto y poeta.

Popayán, Departamento del Cauca, República de Colombia, Octubre 23 de 2-010




Notas en torno a la poesía de Jorge Muñoz Fernández


La poesía sentipensante


Alguna vez decía que de todas las formas de comunicación “sentipensantes” que posee el ser humano quizá ninguna sea tan expresiva como la poesía: una especie de ritual mágico que nos hace vivir un sueño más allá de lo vivido. La poesía siempre es un acto de amor, a pesar de que, a menudo, éste nos conduzca por los filones oscuros de las desesperanza.

La poesía es sensualidad del espíritu, como lo alcanza Jorge Muñoz Fernández. Bien sabido es que el poema significa una voz exquisita que deleita los albures de la vida; es un diálogo elocuente y sensitivo, que con suavidad refresca la árida intransigencia de la razón, que nos exige concreción, utilidad práctica de las palabras, gesticulaciones autoritarias y diálogos instrumentales. También el poema precisa sonoridad, candencia y sinfonía y como una buena pieza musical necesita de tiempos luminosos y comprometidos, donde navegue libre y emancipada la imaginación.

Creo que parte de la creación poética del poeta Jorge es el desenlace de su carácter andariego, iconoclasta y errante, donde su devoción por la paz, la justicia social, la mujer y la literatura se hermanan con el reto de convertir la fraternidad, las querencias, el sufrimiento de la guerra y los ramalazos de dolor, en sensibles poemas.


Guillermo León Martínez,
Premio Nacional de Investigación Contable, Colombia).




La poesía social de Jorge Muñoz Fernández


Con beneplácito tomamos nota del Premio Nacional de Poesía, “Eduardo Sifontes”, de la Universidad Bolivariana de Venezuela, UBV, concedido a nuestro amigo y paisano Jorge Muñoz Fernández, ex Defensor del Pueblo Regional del Cauca y, hoy, docente de la emblemática Universidad Bolivariana que le concedió el galardón.

Nunca terminaremos de interrogar las claves de la creación poética. En el caso de Jorge conocemos la estela de su tradición política que no nos informa demasiado sobre los tópicos de su poesía, en la medida que el ser político (práctico y aún pragmático por naturaleza), suele estar en riña con el ser poético, con tanta frecuencia soñador e idealista, incluso cuando se trata de un poeta social.

Hay que recurrir, entonces, a otras coordenadas. Es posible que una de ellas sea el cosmopolitismo. Jorge ha vivido, además de su ciudad natal, en ciudades como Bogotá, Vancouver, Granada, La Habana, Madrid y Caracas, así como visitado Centro y Sur América. De todas ellas, con seguridad, ha recibido un benéfico influjo, urbano y multicultural, que se refleja sin duda en su escritura y particularmente en su poesía.

Empero, su mayor ascendencia procede de otros espejos líricos que el autor invoca y deja relucir, con renovados brillos, en sus poemas. Nos consta que Jorge es un lector perseverante. Enhorabuena.

Darío Noguera M.

(Miembro de la Asociación Caucana de Escritores
Popayán, Colombia, 25 de julio de 2009)



Presentación


El poeta Jorge Muñoz Fernández (Mateo Malahora), de nacionalidad colombo canadiense, es abogado y en la actualidad tiene su residencia en Caracas, DF, Estado Miranda, República Bolivariana de Venezuela.

Se proclama iconoclasta, irreverente, operario de la palabra, artesano del poema, constructor de paz y ciudadano bolivariano.

Trabaja junto a quienes asumen cotidianamente la colosal tarea de abolir sociedades opresivas; para recobrar la historia, alterada por quienes han hecho del poder un instrumento de exclusión social y han despojado a la mayoría de los seres humanos del derecho a vivir con dignidad.



“En todo encuentro erótico hay un personaje
invisible y siempre activo: la imaginación”.

Octavio Paz



“El amor no encuentra su sentido en el ansia
de cosas ya hechas, completas y terminadas
sino en el impulso a participar en la construcción
de cosas nuevas”.
Zygmunt Bauman




“Cuando estalla una guerra, las gentes dicen:
Esto no puede durar, es demasiado estúpido.
Y sin duda una guerra es evidentemente
demasiado estúpida, pero eso no impide que dure”.

Albert Camus



Invocación


Prometeo continúa atado a La Roca Universal
de la Infamia “por haber robado el fuego de los dioses”.
El reto de la humanidad es liberarlo.

Prometo, Προμηθεύς, antes de ser un “ladrón”,
reconquistó el fuego del Carruaje de Helios,
símbolo emblemático del poder y la riqueza,
saqueado a la humanidad por los Dioses del Olimpo.

El autor.




Coordenadas


Al NORTE
están tus besos,
tus palabras como pájaros que describen
y dibujan en el aire, libertades aladas.

Al ESTE
y al OESTE
están tus brazos,
prisión morena donde el amor
proclama la fiesta de la vida
y alzan el vuelo tus palomas desnudas.

Al SUR
están tus pasos
tus pies que me conducen
al refugio amoroso de tu cuerpo:
la tibia geografía de tu hermosura.

Rehenes somos del amor
cuerpos que se consumen en la entrega
y celebran la fuga del gozo encadenado.


Eros


Cuando Eros
abrió sus brazos a la vida,
un río de amor y fuego
se introdujo en sus venas.

Apareció el abrazo.

El beso fue un paréntesis de entrega
para el advenimiento
de la cópula.

Desde entonces
el amor tuvo nombre:

Tentación y Deseo.



Esacalinata


De besos y vocablos

Por una escalera

Hasta tu boca

Desde tus pies

Ascenderé

Tu amor

Niegas

Me

Si




Fuga


Siento que tu piel
y tu cariño poco a poco van

d
e
s
p
r
e
n
d
i
é
n
d
o
s
e

poro a poro de mi cuerpo.




Refugio


Tu cuerpo
es el refugio
donde vivo.

Marejada, oleaje
en mi barco que esquiva
hastío y tempestades.

Tu cuerpo salvavida,
me auxilia, me socorre.

Y al ritmo de sus olas
mi pasión es navío
que en tus poros surca el océano
hacia el puerto secreto y anhelado.



Las razones de Heráclito



“La vida es un proceso de incesante
movimiento”.
Heráclito de Éfeso



Como soy no me esperes,
no somos ríoayer a la una de la tarde,
prepara la pasión y la ternura,
habrá júbilo y gozo
fluyendo entre lluvias y caricias.

Como soy no me esperes,
no es hora del afluente y la espuma
invocando el auxilio de la orilla.

Que tu piel me consuma en llamaradas
tu amor se transforme en aguaviva,
y encienda la ternura y la alegría.

Que se desborde tu pasión como la mía,
ahora que somos y no somos los mismos.

Como soy no me esperes,
no somos ríoayer, reclamando la tarde.


Tu voz


Tu voz es una alianza
entre sonidos
pentagramas de amor
poemas y canciones.

Tu voz es un concierto.
Lenguaje en festival.
Surtidor de confianza.
Fruta de luz. Palabra diluida.

Tu voz es canto libre
me cautiva,
libera las cadenas
y rompe la emboscada que prepara
el silencio.
En mi lucha tu voz es como fuego,
llama, soporte, certidumbre
sin sombras, alegría.

Y cuando estás conmigo, con modestia
confieso, que a veces yo no existo
si tu voz no me nombra.


Anhelo


Anhelo volver a reclinarme en tí
como el rito del viento en las espigas
o el río en las riveras de la tarde.

Te ofrezco turbulencias oceánicas
fuego y hoguera como sueños vacíos
sin soles ni galaxias.

Quiero que conozcas mi bitácora:
Soy marinero que será ejecutado
por la nostalgia y la melancolía
en los acantilados del exilio.

Revélame otra vez tus coordenadas.
busco tu continente, la esperanza,
y ansío la protección de tu bahía.



Propuesta


Te propongo un encuentro,
amistad y confianza,
cuando el canto se agota
las palabras se callan
y en silencio se fugan.

Te propongo un convenio
que destruya la hoguera
donde nace el hastío.

Te propongo un acuerdo
de gozos que rescaten
los abrazos perdidos
y extingan la congoja
y la desolación.

Te propongo una ruta
con mejores canciones
sin fronteras, ni muros
y rosas sin espinas
que vivan en tus manos
el rojo de la soberanía.



Es tiempo


Enciende la mañana.
derrota la penumbra.

Descifra el sueño, el jeroglífico.
Despeja la ficción y la quimera.
Asalta el sol, su residencia en fuego,
Es tiempo de abatir la desventura,
revocar las sombras y disolver la noche.

Nuestra es la estrella roja que ilumina
el universo.


Evocación


...y fue testigo
conoció mis sueños.

Escondida en su piel hallé mi sombra.
Reposo y paz, sosiego que no tuve.

La primavera de su amor evoco
en la estación azul y el horizonte.



Olvido


Alista tus recuerdos
un fragmento de la nada
y el ánfora de la melancolía.

Entre meditaciones y nostalgias,
en pos de la calma y el sosiego,
descenderemos al fondo de Leteo.

Y si olvidar es paz en la memoria,
tentativa que no agota el pasado,
será un viaje de espectros, luz y sombras.

Próxima está la fiesta del olvido.


Otoño



“Me gusta caminar sobre las hojas”


Otoño es el tiempo que se desnuda
lento. Profeta de la niebla. Saga
del sol. Temprana flor en rendición.

Otoño nostalgia vegetal
tapiz de hojas que presagian
laceración y niebla, deserción de luz.

Otoño en Vancouver. Verde exilio.
Magia amarilla. Cábala de humus.
Las gaviotas anuncian en la brisa
el invierno que germina en diciembre.


Océano


A golpe de tormentas
siglos de tempestades
al filo de la noche el océano
en amoroso encuentro con la luz
creo la proteína.

Cuando la nada era ausencia
de corolas de peces, de gaviotas
de flores y pájaros,
de animales silvestres,
cuando el beso solar
en la profundidad marina
despertó las pasiones del cosmos
por la vida y el eterno deleite
de los sexos, el mar como ventana
del planeta esparció su semilla
por todos los flancos terrenales.

Gozoso esparcimiento.
Con alas encendidas
los pájaros levantaron el vuelo
milenario, su aventura
por la sangre del hombre.


Creación

Creadores somos todos.


Comencé por disfrutar y amar el caos.
Escuchar el silencio. Pensar la luz
y separar las sombras.

Vida encontré en la forma y el espacio.
Viajé hasta el corazón de las palabras.
Até los cabos sueltos, tracé historia.

Nombre otorgué al poema
y comenzó la fiesta
de la poesía.


Tiempo


El tiempo se evapora en los relojes
disuelve las mañanas en la noche
decolora las hojas almanaques
dilapida segundos y milenios
instala rompefuegos en la ola
soledad en las piedras
escamas y espinas en los peces
utopías en los pueblos oprimidos.

El tiempo nos visita y no se hospeda
sin haber iniciado, agrede, hiere
sacude las heridas. Deja huella.
“Es comedia o tragedia” para el hombre.

El tiempo es el suplicio del tirano
desnuda su vergüenza en los espejos
labra el delirio del poder, lo esculpe,
en las escalinatas de la sangre.

El tiempo es fuego, árbol de luz.
Estrella en las luchas populares.
Sus hojas son espadas que combaten
por la miel y las frutas para todos.



Las palabras

a Sandra Stephanson


Cuando escribo
invito a las palabras
que dejen sus demonios,
sus fantasmas, sus espejos,
roídos por cansancios enormes,
y me acompañen a la fiesta del trigo,
la difusión del pan, la libertad, el vino.

Sin ellas los días son trenes viejos,
tiempo alojado en armerías sin eco,
en las estepas y los baldíos de acero,
donde se ahogan las trepidaciones.

Su silencio es censura, caracol
cautivo en estuarios de ceniza,
proscrito del idioma de las olas
y la libre expresión del litoral.

Las palabras advierten el ocaso
viajan en carabelas de luz
y en las tormentas
evitan el naufragio
del lenguaje.

Cuando la noche agita sus destellos
y las sombras inventan espejismos,
anuncian el retorno de la aurora,
el veredicto de la madrugada.



Hasta pronto


“Atácalos cuando estén
desprevenidos y haz tu movimiento
cuando no se lo esperen…”

Sun Tzu


Cuando recibas
tu dotación de guerra
que no te falte el agua
la ternura ni el fuego.

Vigila que las uvas
pasen revista al odre
donde el vino reposa
la embriaguez en la tarde.

No dejes que la sed
rompa sus cántaros.
Copa su afán temprano.
Invade su cuartel solitario.

Emplaza tus banderas
en posiciones elevadas
donde las fuentes riegan
las sublevadas trovas cristalinas.

No acampes los recuerdos
en los terrenos bajos.
La altura es necesaria
en los campos de batalla.

El olvido coloca en la mirilla.
Enfoca los momentos felices.
Dispara tu munición de ensueños
y el regreso a mis brazos
no tendrá escapatoria

Retírate si avanza el desafecto.
Acosa el desaliento
en su estación de invierno.

Y si la angustia esquiva
su respuesta estratégica,
destruye su refugio
su fortín de congojas:

Tu victoria de abrazos
y el alegre regreso
no albergarán peligro.

Recuerda,
no le huyas a mi amor
cuando regreses de la guerra.

No olvides tu equipaje de sueños.
Hasta pronto, no hasta siempre.



Carta


...quiero contarte
que Juan Pueblo estuvo a punto de morir
fusilado después de haber escrito
una balada apuntándole a la paz.

Días antes el primer mandatario
declaraba que los girasoles de la selva
y la rosa de los vientos atentaban
contra el orden de la poesía.

Compañeros de estudio y utopías
ocultaron sus ficciones y metáforas
donde el bosque protege el arco iris.

Si en las calles sus odas no aparecen
puede ser que haya caído víctima
en un “falso positivo” o se halle a salvo
de la policía secreta en un lugar recóndito.

Take care


La piedra

La piedra vive
celebra en el verano
la lluvia, las semillas
la ilusión, el camino.

La piedra habla
confiesa al río secretos
en las conversaciones con la roca.

La piedra
memoria acumulada
profeta silenciosa
grito y dolor en movimiento.

La piedra:
tatuaje gris en la piel del universo.



Infierno


Los árboles son la patria de los pájaros.


Los
pájaros
apagarían su canto
si comprendieran que el horno
es el infierno de los árboles.


Wanted


Dead or alive
Reward

Viste
de verde.

En verano difunde
la utopía de la sombra,
la flor y el fruto para el reino de todos.

Es culpable de pregonar la primavera,
enseñar a los hombres y mujeres
a creer en el paisaje.



Guayacán


Soy Guayacán.
Elogio de la luz.
Apologia del aire.
Floración de estrellas.

Canto a la lluvia
colecciono quimeras en el agua
con donaire las devuelvo al mundo
en flores, patrias de pájaros, nidos y poemas.



Esencia


En la fogata
de los astros
la alquimia solar
purifica la sed de las naranjas.


Armaduras

Las espinas
son armaduras que protegen
en las rosas su victoria.



La uva


Cuando la uva
exprimió su nostálgico racimo
la embriaguez de la tarde destruyó su copa
y renunció a la vendimia y el recuerdo.



De utopías y realidades


La utopía del río es convertirse
en nube, llovizna de rocío.

Su certidumbre, perder la piel
en la contienda salobre del océano.



Certidumbre


La roca sabe que al final de los siglos
será vencida en duelo por la arena.

Testigos: la luna y el desierto.



Huellas


Las huellas que tu pisas,
piedra a piedra,
han sido caminadas,
paso a paso,
polvo a polvo,
centímetro a centímetro.

Son mosaicos y mapas,
colores que caminan.
Algunas tienen miedos en los bordes.
Otras llevan hogueras como soles.

Hay huellas amorosas.
Imágenes lejanas.
Patrias en el exilio.
Como recuerdo, estalactitas.

Hay huellas lentas,
pasos atrapados,
huellas que se confunden
sin memoria
para dejar el laberinto.

Las huellas hablan, se congregan,
ocultan sus secretos en la nieve,
se reúnen, conspiran en la playa,
escriben sus proclamas en la arena,
en las olas se ocultan y regresan
sobre la cresta de los huracanes.


Invocación


Cuando lo tuyo y mío cambien de sitio
y alcancen la frontera de lo nuestro
sobrará el pan y no faltará el vino.

Paz,
para que la flor encienda
y propague su manifiesto vegetal
en las manos de la primavera.

Paz,
para que el hombre
recoja sin miedo las banderas
blancas que nacen en el trigo
y alma le infundan al pan de cada día.

Paz
para que la parábola del cuchillo
jamás retorne con su empuñadura de odio
a degollar las esperanzas de los pobres.
Paz
para que las armas
no inviertan los caminos
y el sosiego recobre
la rosa de los vientos.

Paz
para que los abrazos,
antes de llegar a la piel,
pasen primero por el alma.

Paz
para que las hojas,
las flores, las frutas y los pájaros,
desgarrados por las tempestades,
regresen a jugar con los ojos,
las manos, los cantos y el apetito
de los niños.

Paz
para que el reloj
con su tic tac de júbilo difunda
el fin de la hora perpetua de los pobres.



La guerra


En nombre de la paz,
desatan guerras.
¿No tienen vergüenza?

Nikki Giovanni




La guerra
siembra surcos y sangre
en los sueños del planeta,
deja al mundo indefenso,
mientras el aire traza
sobre la piel de los hambrientos,
colores de ceniza.

Los dueños de la guerra
emplazan en las manos del odio
llamas como banderas,
arrasan la inocencia, trabajan
a destajo y pagan la muerte con pobreza.
Fraguan, con el oro y el ojo de la venganza,
las mentiras del mundo.



Fatiga del metal


“Al final de la última guerra
hubo vencedores y vencidos.
Entre los vencidos,
el pueblo llano pasaba hambre.
Entre los vencedores también”.

“El Catón de Guerra alemán” 1937-38

Bertol Brecht.



Después de mucho años
la guerra envejeció
los fusiles hablaron
de la “fatiga del metal”.

Los bandos en conflicto
acataron sus voces:
la paz fue.

En homenaje
los periódicos circularon en blanco.

Los cielos de la patria se poblaron
de palomas de papel.

Años después cesó la algarabía.
Los medios divulgaron que los niños
en los caminos hallaban
las páginas heridas.



Honor a Palestina


"Hay que recuperar, mantener y transmitir
la memoria histórica, porque se empieza
por el olvido y se termina en la indiferencia"

José Saramago


Aquí,
cerca de Hebrón
junto a la urbe de Gezar
Lajjun, Haifa, Bissan,
diez mil años antes de Mahoma y de Jesús
al barro le dimos forma de la poesía.

Aquí,
cerca de Hebrón
junto a la urbe de Gezar
Lajjun, Haifa, Bissan,
en la remota Edad de Bronce
orfebres fuimos de la paz.
En nuestras manos
el cuchillo ignoró
la empuñadura de los asesinos.

Aquí,
cerca de Hebrón
junto a la urbe de Gezar
Lajjun, Haifa, Bissan,
testigo es el Jordán,
pactamos con el agua el crecimiento
libre de las aceitunas
la libertad del trigo, de la chufa y la uva.

Aquí,
en Gaza, donde los niños
son quemados vivos por ser niños,
para que no construyan patria.

Aquí,
donde la bestia saborea la sangre
de la guerra y clava sus pezuñas
de odio en las mezquitas
el lirio enciende la roja geografía
de Palestina.

Aquí,
donde los muertos
no admiten la conjura del olvido
y el llanto de las madres se transforma
en querella universal,
Sabra, Chatila y Gaza:
una bandera sublevada
en la mitad del corazón.



Llamada


“Los poetas, las poetas, no saben
de la guerra, de ella saben los que
matan y mueren”

Modaira R Marcano



Hola mi amor. ¡Salam Aleikum!
¡Aleikum Salam!
Un beso y un abrazo.
Voy camino de Bagdad,
por las calles heridas que se arrastran,
el grito de las piedras.

Luna y sangre.
El rostro de la bestia.
Dolor que fluye en la esquina
de las casas.
Con la piel inflamada de los niños
PAX en los muros escribe el invasor.

Bueno mi amor,
gracias por la llamada,
antes que el sol inflame
la última batalla,
protege mi memoria
en un lugar seguro.

¡Ah! olvidaba decirte:
comparte el pan y el agua con los muertos.

¡Aleikum Salam! ¡Salam Aleikum!


La chispa


Cuando el fogón se encienda
y las llamas revelen
el secreto
de la chispa, guardada en la memoria
gris de la ceniza, nacerá la hoguera.

El fuego vestirá de amarillo,
azul y rojo. Surgirá la fiesta.
El regocijo de las ocho estrellas,
alumbrará la cena del obrero.

Tiempo será de abrazos y buen vino.



Exhortación al trigo

Que se rebele el trigo
que salga de la huerta campesina
a conversar del hambre del labriego.

Que se rebele el trigo
que recoja las espigas como espadas
se subleve en el crisol del horno,
hasta que el segador
sea dueño del molino
y el pan, con la faena del obrero
clausure el sufrimiento de la patria.


Despojo

Despojaron a los peces del agua
despojaron al corazón de los latidos
despojaron al amor de los abrazos
despojaron al árbol de los frutos
despojaron a los pájaros del canto
despojaron al paisaje de los ojos
despojaron al obrero del salario

despojaron al aire de las alas
despojaron la paz de las palomas.



El miedo


El miedo
es rentable.

En la Bolsa de Nueva York
vale más que la lonja raíz
y la cesta petrolera.

Colma el espacio
de la democracia:
elige presidentes.


Brindis


Ante la faz del mundo alzan su copa
los empresarios de la guerra.

Sobre los cuatro puntos cardinales
del festejo sobrevuelan
los cóndores y buitres
prestos a devorar los olivos de la paz,
las palomas que trataron de frenar
la iraquí guerra.

En el brindis el Oro Negro
incendia las palabras,
mientras la turbulencia nocturna
con su danza de escorpiones
se desliza sobre la primavera de los pobres



La feria


Detrás de los relojes
las horas saltan como tigres.
En los muros de aceite
los pájaros esconden
el miedo a los cuchillos.

Detrás de los relojes
las miradas son péndulos
que recogen botellas
en la embriaguez de los cosacos.

Detrás de los relojes
los peces blindan sus escamas
cierran los diques de la incertidumbre
confían en el surco de las rocas,
mientras los ríos, ebrios de espumas
y espadas, embarcan
sudarios y mortajas de agua
hacia la feria del vino y del anzuelo.



Resurgimiento de los sueños

“…luz de la eternidad,
fuego enterrado,
orgullo condenado de energía,
única estrella que nos pertenece.”

Pablo Neruda


La Gran Ola
cabalga avenidas adentro,
instala necropolis de peces,
albatros y gaviotas en las calles
amuralladas noches, madrugadas,
consume como arenas en la playa.

La Gran Ola
cabalga con ojos de serpiente
encalla barcos en los esteros del asfalto
restos de luna con armadura de tormenta
en la plegaria de los campanarios.

La Gran Ola
cabalga. En su duelo de escombros
deja el cielo sin templos, oraciones sin dioses
y apaga las fogatas de la luz en la montaña
de cristal del horizonte.

Conspiran los tsunamis en la costa.
Los cormoranes claman al litoral
que instale centinelas en el alma
de la lluvia y prolongue el armisticio,
la tregua de la paz del arco iris.

La geología del miedo no doblega
la fuerza de los débiles en Chile.
Con una herida más en su pobreza
su lucha no naufraga, no se hunde.

Caen gotas de sol sobre sus sueños
y crecen en sus manos girasoles.



Desvelos


Debe sentir la noche en el vacío
el dolor de ser queja sin lamento,
sombra sin árbol, espejo sin memoria.

Debe doler la llama de la lámpara
convertida en plegaria, rogativa,
zahorí del sol jugándose la vida.

Debe afligir la pesadilla de los pájaros,
su nirvana de frutas, su coral de canciones,
su corazón con alas saltando entre las ramas
y despertar en manos de un taxidermista.



La rebelión de los espejos


“La gente de los espejos se parecía
bastante a la gente humana,
aunque eran más pálidos
y brillaban en las noches de luna”

Graciela Pérez Aguila
r



Cansados de duplicar imágenes
de plagiar servidumbres
de maquillar verdades
de calcar sumisiones
de redoblar cegueras
de replicar engaños
de barnizar poderes
de camuflar temores
de simular victorias
de fingir virtudes
de imitar infamias
de renovar hastíos
de repetir falacias
de contemplar crímenes
se rebelaron los espejos
quebraron los cristales
cerraron las puertas
eliminaron el azogue
abandonaron
el Palacio.


La vendedora de espejismos


Los desheredados tienen
su propio mercado
de ilusiones.




Una mujer madruga.
Al salir de su casa
arroja sus tristezas a la calle.

Una mujer madruga.
Reúne sus vigilias
en la almohada, ordena las estrellas,
las rocas de las nubes,
toma la ruta dorada del trabajo.

Una mujer madruga.
Su voz, entre mujeres solas,
enciende la quimera de los números
en la esquina del parque.
Una mujer regresa y en la noche
agradece, al conjuro de la suerte,
la visita del pan a los manteles.
Fulguran las pupilas de sus hijos.

En sus sueños albures y fortunas
la pobreza desmonta los armarios
y el espejismo de los ganadores
crepita en las puntas de una orquídea.



Epitafio

“Siempre existen aquellos que sienten
el peso del yugo y no pueden dejar
se sacudirlo”.

Étienne de la Boétie




Ha muerto Pedro el marinero
de tedio natural. Sus deudos,
como los arrecifes y piedras
aferradas al tiempo,
se vistieron
de gris.

¡Paréntesis de asombro!

Frente a los muros de la tarde
en plena ceremonia
se detuvo el cortejo
en la mitad de la mudanza,
y una voz taciturna interrogó:

¿Cuáles fueron sus últimas palabras?

Como una tregua de luz y de vigilia
cesó el silencio su difunto pacto,
se incorporó el cadáver y exclamó:

“He vivido mi vida sin vivirla,
no tuve pasado
ni tuve porvenir”.

Siguió el desfile.



Adicto


La felicidad es una quimera
y el consumismo la garantiza
.

Adicto soy,
vivo para el consumo
de almacenes, supermercados
y la pedagogía del Dios dinero.
Practico los rituales del mercado.

Al dólar sobrevivo en mi caverna
de hormigón. Debo permanecer
desinformado. Leo virtualmente
The Washington Post, El País de España,
y los medios nacionales.

Los domingos
elevo los ojos al cielo
y pienso que lo único
que ostenta Dios en abundancia
son lluvias, niebla, tempestades, nubes.



La ciudad


Cuando llega la noche
el miedo enciende
hogueras de cuchillos,
detiene los relojes, da de baja
la vigilia de los desamparados
que tienen el insomnio como techo.

En las mañanas
los ojos de las piedras trazan
los retratos hablados del espanto
y a pleno mediodía se precipita
la tregua de la calma en un abismo.

La ciudad ha crecido.
El hambre es amarilla y paraliza
la verde escapada en los semáforos.
Memoria inconclusa

Fue una noche de libros y bohemia.
Mi memoria es infiel.
No recuerdo su nombre aunque conserve
sobre la piel de la nostalgia
las huellas dactilares de su ausencia.

En ellas reconozco, identifico su ternura
y un caucásico fuego de melancolía.

La noche fue en Madrid.


Precaución

A los empresarios amigos:
Manuel Ignacio Cárdenas,
Gustavo Adolfo Herrera y
Francisco Salazar.



Cuando emprendas el último viaje
bébete antes un par de cervezas.
Id con calma. No te precipites.

Ensaya con Hades la danza
de los muertos.
Inscríbete en la trinchera exacta.
Encontrarás diestra y siniestra.
El centro está ocupado
hace quince mil millones de años.

Camina despacio. Ten cuidado.
No pises la punta de las estrellas.
Puedes caer en el Abismo.

Hay sitios de tregua
y recreación en la Osa Mayor
y en la Vía Láctea.
¡Ah…! No olvides un euro.
Hay que pagar el peaje de Aqueronte.

Se discreto cuando llegues.
No hables de catafalcos de titanio,
de panteones con mármol blanco de carrara,
ni mucho menos que estuviste ensayando
como pasar un rumiante por el ojo de una aguja.

Bon voyage and happy eternity.



Insinuación


Revisa la raíz de tus sueños
cierra los ojos de los peces
muertos en la entrada
de tu casa.

Resuelve el acertijo:
¿La sombra del árbol
agoniza en otoño
o se extiende
hasta la fiesta
de la primavera?

Encontrarás respuesta
la víspera de tus desvelos:

Comprueba si tus ideas
admiten resistencia al fuego
o se disuelven como nube
sitiada por relámpagos.

No dejes que la noche
concluya en tu morada
sin haber instalado
en las ventanas
la cólera del tiempo
y el equipaje de las madrugadas.

Revisa la raíz de tus sueños.



De como se perdió un poema


“Es doctrina de guerra no asumir
que el enemigo no vendrá…”

Sun Tzu




He decidido invadir la poesía
con espada de sombras y de luces.

Sin armadura empuño la bandera.
Me acompañan tambores y campanas
en mi épica lucha imaginaria

como si fuera estratega legendario
me alisto a explorar el territorio,
sé que las palabras son los medios
y la estrategia la contemplan los versos,
sólo me falta combatir en la página,
probar la táctica de sutiles recuerdos,
asediar horizontes, hostigar soledades,
copar el blanco dominio del lenguaje
y coronar feliz la cima de mis sueños.

¡Alto! me escriben y respondo una ráfaga
de vocablos coronados de fuego.

En desigual combate enfrento la ofensiva
caen abatidas mis mejores metáforas
y la batalla del poema se ha perdido.



Los Poetas


“Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido”.

Pablo Neruda



Debe ser triste para los poetas
el día cuando el heraldo de la muerte
desde las aldabillas de sus libros
los llama, los vigila y los espía.

Tarde será para pedir con un poema
que declare desierta la convocatoria.

Visitarán Jardines los del Recuerdo
donde el luto esconde el cementerio
y camufla la música el olvido.

Conversarán con el sepulturero
como si vivos estuvieran muertos.
Le pedirán consejos para sembrar
orquídeas en sus huesos y soportar
tertulias y recitales póstumos.



Petición póstuma


Cuando suenen
las trompetas
del Apocalipsis
ruego a los muertos
con buen corazón sublevarse
y exigir a los músicos de la eternidad
un concierto de jazz frente a mi tumba:

Tengo un sueño profundo.


jorgemunozfernandez@hotmail.com
mateo.malahora@gmail.com

2 comentarios:

  1. Sr poeta, me encantan el poema coordenadas, pero a su lista le falta SABIA USTED?, ALQUIMIA DE AMOR Y OTROS CUANTOS BELLOS POEMAS DE SU AUTORIA...

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  2. Gracias Olga Lucía por su estimulante concepto en la tarea de trabajar la palabra en los espacios de la poesía. Y gracias si usted me hace llegar a mi correo los poemas ayer publicados, para ser publicados en el Blog, y que infortunadamente he perdido. Fraterno abrazo

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